Los pecados de nuestros padres.

En Argentina, y también en Chile y en Paraguay, por aquello de la "Operación Cóndor", afrontan ahora un drama al descubrir su verdadero origen aquellos niños que fueron entonces arrancados de sus madres ( en su mayoría jóvenes universitarias, y no necesariamente muy de izquierdas, que fueron detenidas, encarceladas, torturadas y asesinadas ) y entregados en el mejor de los casos a familias cercanas a aquellos gobiernos, y en el peor adoptados por el propio torturador y asesino.

Así, al haber pasado ya unos años de aquello, y al haberse criado aquellos niños con sus padres adoptivos, les es muy difícil el dejar de considerar a estos "los mejores padres" e, incluso, reniegan ideologicamente de su origen biológico.

Algo psicologicamente cercano ha ocurrido con antiguos nazis, y también con algún hutu, que han intentado luego "sobrevivir" adoptando la identidad de sus víctimas judías o tutsis.

Y, salvando las distancias, salvando mucho las distancias, algo psicologicamente parecido puede que les esté ocurriendo a algunos que, con esto de "La Memoria Histórica", al intentar presumir en publico de su ascendencia "progresista" se han encontrado con que la "historieta" que les contaron en casa no es del todo cierta y que, incluso, aquella "casita" en el campo y ese buen ojo para los negocios del abuelo, y ese desahogo de los padres a la hora de sufragar unos estudios o, incluso, ese gusto por la moda y el diseño que tiene uno, se explican mucho mejor si atendemos a que el antepasado fue general de Franco en la Batalla del Ebro, comando y guía "indio" en la de Badajoz, o alto funcionario del "muy demócrata y progresista" Girón de Velasco.

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