Lo admito, tengo debilidad por el PP del País Vasco.
Siempre he creído, y creo haber podido confirmarlo, que son "otra cosa" y se mueven por "otros motivos".
Y en esto coincido además con la ex PSOE Gotzone Mora, que "como buena vasca, no se queda en medias tintas y dice las cosas como son" y que también me cae muy bien.
Y, además, siempre he dicho que los del PP del País Vasco "cuanto más del PP del País Vasco sean, mejor".
Es decir que, como aquellos chicos "de Nuevas" que conocí, antes soy de Gregorio Ordóñez, que se pateaba las calles de San Sebastián como ellos y así le fue, que de Jaime Mayor Oreja, o de su tío Marcelino, con la maleta y un pie siempre plantados en Madrid, o en Bruselas.
Y, por eso, soy ahora mucho más de Antonio Basagoiti, el sobrino de Ascensión Pastor, y también de Iñaki Oyarzabal, que lo que nunca fui de Carlos Iturgaiz o María San Gil, a los que nunca dejé de contemplar como simples portadores del voto delegado de Don Jaime.
Y, por eso, ahora, a mi entender, encuentro que "Carlos, en Bruselas y con Jaime, está donde tiene que estar, y que está en su mejor momento, y que está muy bien".
Ahora, bueno, sí, "nos queda aún María" : ¡ Se lo pediremos a Doña Esperanza !.
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