Homenaje a la II República de un convencido monárquico.
Al igual que a José María Aznar dicen que le atraía la figura de Azaña, a mí siempre me ha llamado la atención el personaje de Alejandro Lerroux.
Y es que, lo mismo que José Luis Rodríguez Zapatero, debo estar "muy influido por mi abuelo" ( en mi caso se trataría de mi bisabuelo ) o por las "historietas" que me han contado sobre él.
Sí, según parece, mi bisabuelo tuvo cierta proximidad con Lerroux, incluso pudo llegar a ser asesinado ( murió atropellado en 1936 por un automóvil que se dió a la fuga ) por culpa de dicha relación.
Del "malo, malísimo" de Alejandro Lerroux, en comparación con la "santidad" de Don Manuel Azaña, me atraen su genial oportunismo, su descarada demagogia y, sobre todo, el que se le acuse de "desviacionismo" tanto por catalanistas como por socialistas.
Ya sé que con lo del "Estraperlo" fue un digno predecesor de "los del Gürtel", pero al mismo tiempo intentó modernizar aquella sociedad y, así, luchó a muerte contra los viejos caciquismos, y también contra los nuevos que entonces surgían.
Sí, esos que afirman cosas como :
"¡ No hay cosa más tonta que un obrero de derechas !",
o "¡ Europa no llega más allá del río Ebro !".
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