Lo confieso, me gustaba como escribía Paul Samuelson.
No, no estoy de acuerdo en casi nada con él, pero me encanta leerle.
Y también lo confieso, Fernando Sánchez Drago me desespera, el leerle me agota, y eso que con él sí que estoy casi completamente identificado.
Y, débil que es uno, tengo casi todo lo que se ha publicado firmado por Tom Clancy, aunque desde aquella "Caza del Octubre Rojo" creo que él no ha escrito personalmente un solo folio, y eso yo lo noto, pero aún así sigo esperando que algún día lo vuelva a hacer.
Y tengo entre mis libros "fetiche", junto a "Libertad de Elegir" y "El Manantial", el "American Psycho" de Bret Easton Ellis, el "La hoguera de las vanidades" de Tom Wolfe y el "Garras de Astracán" de Terenci Moix.
Y, mira que soy "raro, raro", no consigo pasar de las primeras paginas cuando intento leer a Arturo Pérez-Reverte, y mira que lo intento.
Y, en cambio, creo ser de los "pocos, poquísimos" que han sido capaces de leerse casi enteros aquellos interminables tomos de "Gárgoris y Habidis" o el reiterativo "El Fin de la Historia y el último hombre".
Y le sigo mucho a Ramón Tamames, y no le encuentro "el punto" a John Le Carre, y me encanta Guy Sorman, y me parece a mí que a Jesús Trillo-Figueroa también le encanta.
Y en cuanto a otro tipo de lectura, no le encuentro el interés al "londinense" Albert Esplugas y sí que me "empapo" de todo lo que nos dice el "austriaco" Juan Ramón Rallo.
Y, bueno, estoy también deseando hacerme con lo último de "MAR".
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