Mi padre, que estudió un par de años en el seminario, pero "se salió" a tiempo, siempre ha sentido curiosidad por las andanzas de aquellos "curas obreros".
El, como todos nosotros, es un producto de su tiempo y, para bien y para mal, se retrotrae muy a menudo en la explicación de sus cosas al Concilio Vaticano II.
Yo, en cambio, o precisamente por esa querencia de mi padre, me he interesado más por la denominada "Teología de la Liberación".
Ya he dicho alguna vez que, medio en broma y medio en serio, siempre me he definido como "marxista", aunque sin saberlo entonces lo hiciera a la manera de los "neocons" actuales.
Sí, aceptaba como bueno su análisis histórico, pero luego ya no me interesaban sus conclusiones y, menos, su aplicación.
Y algo de eso me ocurre con lo de la "Teología de la Liberación", algo que creo también le pasó a Joseph Ratzinger cuando, como Prefecto para la Congregación para la doctrina de la Fe, elaboró en 1984 y en 1986 aquellos dos informes y, luego, sancionó en 1985 y el 2007 a Leonardo Boff y a Jon Sobrino.
En realidad, y en esto pocos se fijan, el actual Papa no descalifica a toda la denominada "Teología de la Liberación", sino que advierte de los "errores de algunas de sus formas".
Ya digo, siempre he sentido curiosidad por el asunto y, sobre todo, por sus más destacados representantes : Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Camilo Torres, Gaspar García ( "Comandante Martín" ), Ernesto Cardenal, Ignacio Ellacuría o Jon Sobrino.
Pero, de todos modos, ahora, en el 2010, ya me interesa mucho menos el tema ...
Ahora, al que sigo mucho es al cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga y, así, si se pudiera, yo le votaría para que fuera el próximo Papa.
Nota de "El Moli" :
Ya sé que no tiene ningún sentido, pero a mí la visión de la figura del cardenal Rodríguez Maradiaga siempre me trae a la mente el recuerdo del arsobispo Oscar Romero.
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