La Old Right americana, encarnada por ejemplo en el senador Robert Taft, siempre estuvo a favor del libre mercado, incluso tras el desastre de 1929, y en contra de inmiscuirse en los problemas "europeos", también incluso tras el fin de la II Guerra Mundial.
Luego, Eisenhower, que nunca llegó a saber si era de derechas o de izquierdas, y Nixon / Ford, traicionando sus posiciones de partida, se limitaron a ser meros continuadores del intervencionismo económico del New Deal de Roosevelt y la Gran Sociedad de Lyndon Johnson.
Y en política exterior también estos reforzaron primero la Doctrina de Contención de Truman, apostando de forma decidida por la OTAN, y luego se vieron cautivos de la Guerra de Vietnam iniciada por Kennedy y desarrollada al limite por Johnson.
La New Right, nacida con el senador Barry Goldwater, de nuevo estaba a favor del libre mercado, pero se había vuelto "ferozmente anticomunista" y enseguida se enfrentaría a la "Realpolitik" de Henry Kissinger y, sobre todo, a los acuerdos de control de armamento SALT I y SALT II firmados por Nixon y Carter.
Y fue entonces cuando, bajo el influjo del senador Henry M. Jackson, siempre en contra de cualquier intento de "apaciguamiento", empezaron a surgir los que luego llamariamos "neocons", y antes "Demócratas de Reagan", y que aunque procedentes de la extrema izquierda encontraron finalmente refugio en el Partido Repúblicano junto a los "neoliberales" y los "Chicago boys" de Milton Friedman.
Y es que no fue hasta la llegada de Ronald Reagan que volvimos a confiar en el mercado, y aunque luego George Bush "padre" y "Bill" Clinton intentaron dejar de hacerlo, los electores no lo permitieron y Newt Gingrich tampoco.
Y es que no fue hasta su llegada que el Muro de Berlín empezó a resquebrajarse, y cuando se fue ya se estaba cayendo.
Y, además, para entonces, su intimo amigo William F. Buckley ya había regenerado el conservadurismo, las ideas de Jeane Kirkpatrick hacía tiempo que habían sustituido a las de Jimmy Carter y Cyrus Vance y, también, las de Elliot Abrams y Otto Reich habían sustituido a las de ella.
Eran los tiempos de la "Pax americana", había llegado el momento de recoger los "dividiendos de la paz" y del fin de la Guerra Fría, se había puesto fin a la Historia.
Incluso, para que la sociedad y el espíritu americano no se relajaran demasiado, algunos reclamaron un "Nuevo Pearl Harbor" ..., y llegó el 11-S.
Y, así, fueron los tiempos de "el Paraiso "neocon" en la Tierra", y Alan Greenspan dirigía la Reserva Federal, y muchos volvimos a releer las obras de Ayn Rand, y llegó la Guerra de Irak.
Y, entonces, todos nos volvimos locos : Alan Greenspan se volvió loco, George W. Bush se volvió loco, Ben Bernanke se volvio loco, Jose María Aznar se volvió loco, y los de Walt Street se volvieron locos.
Y, entonces, para algunos, el más cuerdo empezó a ser aquel loco de Ron Paul, y aquel otro loco de Justin Raimondo ( que colabora con Pat Buchanan ), y aquel otro loco de Joseph Sobran ( que colaboró con William F. Buckley ). y aquí en España el loco de Fernando Sánchez Drago y su amigo Antonio Escohotado.
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