Era la segunda o la tercera reunión del nuevo Comité Ejecutivo Local del PP del "paraca" Moreno.
Y en ella, una nueva "maldad" de Mario, se me "obligaba" a "rendir cuentas" sobre el trabajo de NN.GG..
Yo no iba a consentir que durante mi mandato se perdiera la autonomía local que había logrado nuestra organización juvenil durante el gobierno de Pedro.
Y menos tras haberme sentido yo, durante la etapa del "ausente" Juan Carlos, el "verdadero" presidente del Partido.
Por eso, fui a esa reunión decidido a "no presentar cuentas" y, así, cuando llegó mi turno, y durante casi una hora, les solté a "mis compañeros" un discurso en el que más o menos les decía que, a los ojos de mis amigos del PP del País Vasco, las "disputas" y las "pequeñeces" que dominaban la vida de nuestra organización local, por no hablar de la sospecha de "corruptelas", les tenían que dar "pena" y, por sus padecimientos, también "asco".
Y así, tras este discurso, y a pesar de que Jose Luis intentó repetidas veces "reconducirme", terminamos la reunión sin que yo presentara mi informe.
No fue, quizá, desde el punto de vista de Palencia, una buena estrategia, ya que creo que en ese mismo momento Moreno y Utrilla llegaron a una conclusión : que "El Moli" era irrecuperable para la causa, ...
... y así se lo debieron de comunicar a "la Regional", ...
... y así lo debieron entender Pío, Romero de Tejada, Pérez Huysmans, y muchos otros.
De todos modos, por una simple cuestión de edad, a mí ya me estaba llegando la hora de marcharme y, con estas actuaciones, iba yo anunciando mi salida.
Y hoy, pasados más de diez años de aquello, y con aquellos que entraban por la puerta entonces saliendo ahora por la ventana, escucho a Antonio Basagoiti, el sobrino de doña Ascensión Pastor, decir que siente "pena, preocupación y asco", ... mira, como yo.
Y es que, como dice él hoy, y dije yo entonces, en Vitoria todo es "diferente".
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