A la salida del Palacio de los Deportes ...

Fue nuestro mejor momento, nuestro minuto de gloria, nuestro instante de esplendor ...

Había sido una gran campaña, nosotros en Getafe habíamos trabajado "mucho y bien" y, en consecuencia, salimos de aquel mitin, creo que de "fin de fiesta", en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid ( "el que se incendió" ), más que contentos, entusiasmados, incluso diría que eufóricos.

Y, sin proponérnoslo, lo hacíamos "en procesión" : primero Pedro y yo, luego Fernando, "Paco" y "Carlitos" y, detrás, todos los demás, eso sí con David un poco "a su rollo", o más bien "buscando rollo".

Sí, "esos eran nuestros poderes", parecíamos un ejercito, o al menos un pelotón en misión de "búsqueda y destrucción" ...

Y así fue como nos cruzamos con ellos, nuestras "auténticas bestias negras" en ese momento : Ginés, Benjamín y Tomás.

Un pequeño saludo con la cabeza y una media mueca de sonrisa, y les dejamos pasar.

Sentí pena por los amigos perdidos, rabia por la injusticia que estaban cometiendo y tristeza por el daño que estaban ocasionando al Partido.

¡ Que lejos quedaban mis años de casi internado vespertino en "el Brass", y aquel viaje a Italia en que casi nos cargamos una moto de precio estratosférico, en que a falta de chavalas casi "nos ligamos" a un "julandrón" gracias a sus "ricitos de oro", y en que casi nos convertimos en "pareja de hecho" tras una "cogorza" de "brandy de garrafón" !.

Y sí, en mi interior, reclamé "la justicia divina" para "esos desalmados bandidos" ...

... y alguien también en mi interior ( ¿ O sería la voz de Pedro ? ) me dijo :

"¡ Cuidado con lo que deseas, no sea que se te cumpla !".

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