Ya hubo en tiempos del "malo, malísimo" de Richard Nixon un "A-Team", y no me refiero esta vez a "Hannibal", "El Loco" Murdock, "Fénix" y "M. A." Baracus.
Y también un "B-Team", encabezado por Donald Rumsfeld y George H. W. Bush, y con Richard Cheney, Paul Wolfowitz y Francis Fukuyma ya formando parte del elenco.
En 1996, Jose Maria Aznar tenía un plan para que España entrara en el Euro, basado principalmente en el trabajo del equipo económico de Rodrigo Rato y en su control por la Oficina Presupuestaria del profesor José Barea.
Pero también tenía un segundo plan, el que negociaban "bajo la mesa" las gentes de Abel Matutes desde el Ministerio de Exteriores.
Y ahora, Barak Obama ha apostado por la negociación con el Irán de Mahmud Ahmadineyad, y también con la Cuba de "Raúl, el hermano de Fidel".
Pero, no nos equivoquemos, si al final las cosas "se tuercen", ya lo dice "El Zurdo", los "progresistas, por supuesto siempre bien intencionados" encontrarán un motivo que ampare y justifique la aplicación de un "Plan B", y encima "la culpa será de Bush".
E, incluso, la España de Zapatero participará en el ataque, gracias a "la compra en el 2005 de 46 misiles Taurus KEPD 350 por 57'39 millones de euros, muy indicados para una misión como esa".
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