¡ No hay emoción !.






 

Estamos en vísperas y no han conseguido emocionarme.
 
Lo normal es que deseara la victoria de Feijoo, pero también pienso que si pierde habría por fin una reacción.
 
Bueno, sí, reconozco que lo otro, el gobierno de esa coalición imposible, nos llevaría a repetir la experiencia del "tripartito" catalán, y no está la cosa para más desatinos.
 
Pero, por el otro lado, si Feijoo gana, enseguida nos lo van a presentar como el que vendrá después de Rajoy, y eso ya serían demasiados años de "ni limpio, ni mancho".
 
Por eso digo que no se si deseo un roto o un descosido.
 
Y en Euskadi y Cataluña me pasa un poco lo mismo :
 
¡ Lo importante va a ser lo que venga después !.
 
Sí, una vez que el PNV y CiU alcancen lo que quieren, que es el tener unos muy buenos resultados, ya veremos si mantienen el pulso o se van desinflando.
 
Y en EE.UU., pues lo mismo, no me emociona Romney, pero me da miedo el que Barack Obama en los próximos cuatro años pudiera llegar incluso a hacer bueno a Jimmy Carter.


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