Católicos en EE.UU..


Nunca habían sido los católicos demasiado relevantes en la política americana.
Bueno, sí, los Carroll, pero apenas alguno más.
 
De hecho, ser católico, irlandés y de Boston era sinónimo de ser policía, o últimamente en New York bombero.
 
Ya, sí, los Kennedy ( los habitantes de "Camelot", no los de la serie de policías de la tele ), pero ellos en lo ideológico eran unos católicos muy poco católicos, unos católicos "café con leche", como luego lo han sido todos los católicos en el Partido Demócrata hasta incluir a John Biden.
 
Sí, ser católico, italiano y de Chicago, y también de New York, parecía significar el sentar a la mesa en las comuniones y las bodas a un cura, un obispo o un cardenal, pero para poco más que para entretener a la abuela o hacer la función de florero, y en ese sentido siempre han sido en el Partido Demócrata muy italianos.
 
A mí, los católicos que en verdad me han interesado los había encontrado hasta ahora en el Departamento de Estado o en lugares aledaños, empezando por los Dulles, y culminando en Vernon Walters o William F. Buckley.
 
Y sí, algún día se contará la verdadera historia del fin de la Guerra Fría, y toda ella vendrá protagonizada por fieles católicos.
 
Pero, ahora, hoy, sí, de acuerdo, John Biden, Nancy Pelosi, Leon Panetta, "Jeb" Bush, Newt Gingrich, Marco Rubio, Ted Cruz, ...
 
No se equivoquen, casi todos ellos en lo ideológico "católicos de nombre solamente".
 
Donde en verdad lo católico está empezando a ser ideológicamente decisivo es el Tribunal Supremo :  John Roberts, Samuel Alito, Antonin Scalia y Clarence Thomas.


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