Le leo a un muy envejecido y mucho más descuidado Juan Pedro Hernández Moltó defendiendo las virtudes de las Cajas de Ahorros y, pese a que Sonia me dice que le han dicho que en lo personal es muy buena gente, no puedo dejar de acordarme de aquel rapapolvo televisado que le soltó a Mariano Rubio y que tan hipócrita ahora parece.
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Pero sí, también soy yo muy a favor de las Cajas de Ahorros, pero de las de antes, de las de antes de hacerse con ellas los partidos políticos.
Y sí, siempre he visto muy de intereses particulares y de lobby lo del despotricar contra ellas de muchos economistas liberales.
Por eso, hoy me alegro de ver aprobado un muy razonable plan de saneamiento de Bankia, con una muy lógica reducción de tamaño ( lo normal si hay menos negocio ) y un muy claro compromiso de no seguir entrampándose en el ladrillo hasta no haberse deshecho del stock acumulado.
Y sí, lejos me lo fías, pero es lo que hay : para 2015, que más bien será 2016, una vuelta a los beneficios de 1000 millones de euros, lo que con una ayuda pública ahora de 18000 todavía será poco consuelo, pero bueno.
Sí, ya sueño con el ver otra vez lo de la marca Caja Madrid y olvidarnos de lo de la desventura de los Rato y Bankia.
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