Casi nunca he pensado igual que Don Gustavo de Aristegui, pero siempre le he envidiado su preparación y capacidad de memoria cuando hace gala de conocer los apellidos y el nombre completo de la totalidad de los dirigentes árabes y los lideres terroristas islámicos, hasta el punto que más de una vez he dicho para mí : "¡ No puede ser, este tío ese nombre se lo ha inventado !".
Y es que siempre le he visto un poco como a Ana Obregón interpretando "Manolita la Fantástica", como aquella vez que dijo que había poco menos que descubierto a Barak Obama cuando aún jugaba en su instituto al baloncesto y que ya le había anunciado a sus íntimos que seguro que algún día llegaría a ser Presidente.
Y, luego, cuando empezó a mostrar comprensión y adhesión con lo de la "Alianza de Civilizaciones" para algunos ya todo estuvo claro y empezaron a justificarle por su condición de enamorado.
Y, por fin, tras lo de aquel divorcio suyo, al estilo de los de Alvarez Cascos y Rodrigo Rato, ahora se casa otra vez y esta vez lo hace en Marruecos, en concreto con una prima lejana del rey Mohamed, y me parece que esto no le ha gustado demasiado a Doña Ana, como tampoco le hizo gracia en su momento lo de Don Rodrigo y lo de "Paco".
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