Le leo a Rallo y estoy con él muy de acuerdo.
Los privados estamos haciendo cuanto podemos y más para salir de esto, pero los públicos aún nos están hundiendo cada vez más en el agujero.
Aquí sobran municipales ( escudados en lo de que solamente son unos mandados ) pidiendo en los bares a todo el mundo sus credenciales, y aquí sobran inspectores del todo y de la nada visitando por rutina los comercios a ver si alguno se despita y le pueden encontrar falta en algo, y aquí sobran quejicas del horario y el salario cuando hay quienes llevan toda su vida levantándose y ...
¿ Pero para qué seguir ?.
Todo esto es muy sencillo, la fiesta se ha acabado y hay que dejar de seguir bailando.
Ahora lo que toca es empezar a barrerlo y limpiarlo todo, y no tiene ningún sentido el pedirle a la orquesta que vuelva a tocar alguno de sus mejores éxitos.
Que sí, que hemos gastado de más y ahora hay que primero reducir lo adeudado, y ya luego veremos si algún día podremos volver al gasto.
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