Sí, les pongo primero en situación :
Estamos en el año 2005, José María Aznar hace ya un tiempo que se hizo aquella foto en Las Azores, y que escribió aquella carta al "The Wall Street Journal" y que, con ello, respaldó la idea de "La Vieja Europa y la Nueva Europa" de Donald Rumsfeld.
Ahora, en el 2005, José Luis Rodríguez Zapatero, y tras haber cedido ante Alemania, ante Francia, ante el Reino Unido e, incluso, ante Italia, en todas y en cada una de las negociaciones que han tenido lugar, es admitido por fin como comparsa en el eje Chirac - Schröder - Putin.
Y, entonces, va José María Aznar y dice aquello de "los desiertos remotos y las altas montañas".
Pero, por suerte, la cosa enseguida cambia y va Merkel y gana y, mira tú, aparece por allí "un tal Moragas", y a "la Merkel" la entusiasma.
Y, luego, va Sarkozy y también gana, y Moragas, que andaba también por allí, se queja de no haber podido presentar como es debido a "la Bruni" sus respetos.
Y, tras un tiempo, y con Aznar visitando Moscú más que nunca, descubrimos a Moragas asistiendo a la Convención Demócrata.
Y, así, y también desde hace un tiempo, nos enteramos que a Zapatero ya "la Merkel" no le pasa una, que Sarkozy nos echa el aliento y que Obama le llama mucho, pero para echarle la bronca todo el tiempo.
Y, encima, va Moragas y, tras la derrota laborista en Inglaterra, nos argumenta que con la marcha de Brown, ZP se queda sólo en su idea de reducción del déficit "de a poco", y que los conservadores son partidarios de medidas drásticas.
Y, mira, enseguida, Zapatero va y nos recorta de inmediato el sueldo de los "funcionatas" y también nos anuncia que el próximo año no los sube y que las pensiones tampoco.
Y yo, tan mal pensado como soy, no dejo de mirar "al Moragas" y preguntarme si detrás de sus "cachondeitos" con la novia de Wyoming no habrá todo un Sir Percy Blakeney reencarnado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario