La Crisis de las hipotecas "subprime" comenzó en EE.UU. en agosto del 2007.
Pero, como en España no entramos en recesión ( dos trimestres de crecimiento negativo del PIB ) hasta diciembre del 2008, Zapatero nos pudo "tomar el pelo" durante casi año y medio y, de este modo, ganar aquellas elecciones del 9 de Marzo.
Sin embargo, por mentirnos, para Agosto de ese mismo año su liderazgo ya estaba agotado, y empezó a ser posible que por fin ganara Rajoy ( "y sin "menearla" mucho", como le gusta a Arriola ).
Y, así, Zapatero no tuvo más remedio que seguir mintiendo y, a pesar de Solbes, nos mintió también al elaborar los siguientes Presupuestos Generales del Estado, como ya lo había hecho con los dos anteriores.
Y, al final, se vio obligado a rectificarlos, pero no lo hizo en la buena dirección, y por eso para hacerlo antes Solbes debió ser sustituido por "la Salgado".
Y, aunque al principio Doña Elena algunas cosas las intentó hacer bien, el resultado fue un nuevo engaño.
Y, aunque lo anunció, no se bajaron los sueldos de los funcionarios, ni se retrasó la edad de jubilación y, además, se siguió gastando.
Y, no nos engañemos más, aún necesitamos cuatro años "normales" para conseguir vender todos los pisos construidos ( entre 700.000 y 1.000.000, dependiendo de la "mala leche" de las fuentes ), y hasta que no consigamos venderlos no bajaremos mucho la cifra del paro ( 5.000.000 ), y entonces ya nos vamos, con suerte, hasta el 2016.
Y, para entonces, para el 2016, puede que ya sean historia tanto Zapatero como Rajoy.
Y así, hoy, lo único que les importa a ambos es llegar a las elecciones municipales y autonómicas del próximo año y, al menos, "empatar".
Y para eso, y para que así hablemos de otra cosa, se intenta negociar con ETA, o con HB, o con cualquiera otros "hijoputas", y así se está empezando a dejar que a nivel político se reorganicen.
Y para eso, y para que así hablemos de otra cosa, se intenta "meter en un lío" a Rajoy ( y él se deja encantado, ya que lo aplaude Arriola ) con lo de las Cajas de Ahorro o con lo que sea.
Y todo esto se hace para intentar seguir mintiendo.
Y así, como dice Juan Ramón Rallo, como en Grecia, al final posiblemente sólo nos queda confiar en que sean los "malos, malísimos" de los especuladores los que impidan que nos sigan engañando.
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