"¡ Le voy a pegar dos "yoyas" !".

No lo soporto, ya lo sabe Sonia, es algo de piel, me irrita.

Aunque, como presentador, reconozco que "está creciendo".

Y, encima, ahora me sale con que Cospedal "no es que esté en el partido equivocado sino que directamente no tendría que estar, porque no se puede salir en pantalla con el pelo mojado, en mitad del aperitivo, a hablar de escuchas ilegales”.

Y que cree que "actualmente no hay ningún problema lingüístico en Cataluña, aunque si viviera en Arenys de Munt no hubiera votado en el referéndum".

Y que "vota socialista, pero que confiesa que actualmente no tiene a quién votar".

Y que “una vez me llamó un amigo para que asistiera a un mitin de Zapatero en Cataluña y yo le sugerí que lo consultara primero, y jamás me devolvieron la llamada”.

Y que vive al lado de Leire Pajín y que "admira a su madre expresamente porque le parece “muy valiente… ¡para ponerse en contra de su hija!”", en referencia parece ser al genio de su vecina.

Y que admira a María Teresa Fernández de la Vega "desde que cierta vez acudió a comer a un restaurante de Vilanova y la Geltrú “y pidió al camarero que le pusiera en un tupper el arroz sobrante”".

Y que “aunque Belén Esteban no ha leído nunca un libro y sólo compra La Razón por la revista que regalan, creo que se traga todos los telediarios porque entiende bastante de política. De hecho ella sabe por qué Mariano Rajoy no despega en las encuestas”.

En fin, que yo ..., pues eso.

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