Todos decíamos hasta hace poco que eramos "liberales", como antes decían todos que eran "socialdemócratas" ( "¡ A los socialistas de todos los partidos !", se dirigía Hayek ) y como a partir de ahora puede que todos volvamos a decirlo ( "¡He dejado de ser capitalista!", se lamentaba no hace mucho "W" ).
Pero ser "liberal", si lees un poco a Ludwig von Mises, o incluso solamente la primera parte de las "Memorias" de Winston Churchill ( en donde habla sobre los gobiernos de Lloyd George ), puede llevar a ser "republicano", "pacifista" y "anticlerical", es decir, algo muy parecido al "masón" de Zapatero.
Por eso, ya con Milton Friedman, se acuñó el término "neoliberal", que dejaba un poco de lado esas "preocupaciones" para centrarse, tras las sucesivas crisis petrolíferas, en lo que verdaderamente importaba entonces : "¡ La economía, tonto, la economía !", se repetía Reagan.
Y así, superada con éxito aquella situación, tras los anteriores fracasos "keynesianos" de Nixon y Carter, y de los sucesores conservadores y laboristas de Harold Mcmillan en Gran Bretaña, los "héroes" Reagan y Thatcher se convirtieron en los modelos a imitar por todos los primeros ministros europeos, hispanoamericanos y asiáticos y el "neoliberalismo" en algo así como una religión, llegando incluso Ignacio Ramonet a denunciar la existencia de un "Pensamiento Único" en líderes conservadores ( John Major ), democristianos ( Helmut Kohl ), socialistas ( Felipe González ) e incluso peronistas (Carlos Menem ).
Pero se puede decir que "se murió de éxito" y, acabada la Guerra Fría, nada impedía a Francis Fukuyama proclamar "El Fin de la Historia" y al "objetivista" Alan Greenspan "liberar los mercados" y defender la "autoregulación".
Surgió el movimiento "neocon", que ya no se centraba tanto en lo económico ( eso ya era algo que se daba "por supuesto" ), y que recuperaba aquellas primeras "inquietudes".
Y así, sin cuestionar nunca "El Mercado", se aceptaba un cierto "Estado de Bienestar" ( Sanidad, Educación, Paro, ... ), pero sobre todo se volvía a la defensa de las "esencias" morales, incluidos el "hecho religioso" y el "concepto de autoridad", y además, quizá por sus raíces "troskistas", se alentaba la "revolución permanente" y su expansión ( "por lo militar" si era necesario ) a todo el planeta.
Pero, bueno, al final, como podría perfectamente gritar Fernando Sánchez Dragó, siempre nos quedará "¡ La república independiente de nuestra casa !".
No hay comentarios:
Publicar un comentario