Este verano, antes de las vacaciones, andando de camino a casa, Sonia, los niños y yo nos encontramos de frente por la calle Madrid con una manifestación de la UGT.
Y así, Víctor, siempre tan curioso, me preguntó : "¿ Qué es lo que piden ?".
Y yo, en mi línea, le respondí con una sonrisa : "Ni ellos mismos lo saben".
Y Sonia añadió un "¡ Me cago en ..., pero que vergüenza, con tanto paro, ... a la "puta calle", tenían que echarlos a todos a la "puta calle", que luego todos estos "de la sede central" están comiendo todos los días en frente de mi trabajo menús de a cien euros !".
Y una señora que la oyó, lejos de recriminarla, la dijo : "¡ Diga usted que sí, que mi hijo es autónomo, lleva tres meses sin un solo trabajo y no cobra de ningún sitio !".
Yo, tan "acojonadete" como soy, hice lo posible por acabar ahí el debate y seguir nuestro camino, pero a lo lejos se oía aún a la señora : "¡ Cabrones, es que sois todos unos cabrones !".
Y ahora yo pregunto :
¿ Como pueden "la Pajín", cobrando como cobra "esos" sueldos sin ser capaz de "disciplinar" su propia agrupación local de Benidorm ( ya saben, a su mamá y a su papá, ... y luego estos mismos se atreven a calificar de "corrupto" a su convecino Zaplana ), y "la Aido", cuya trayectoria laboral se limita al "mangoneo" del flamenco subvencionado e institucional ( es decir, "amigo" ), atreverse a "levantar el puño" ?
¡ Si mi bisabuelo Emilio las viera, ya podrían salir corriendo, que antes "los rojos eran muy rojos" y estas cosas no se permitían !.
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