Estamos ya a mediados del mes de julio y como es natural en estas fechas hace calor.
Y, seguro que por culpa de ese calor, a Rajoy le han llamado "maricón" en el Congreso y, como se lo ha debido gritar uno que presume de ser "sociata" y "enrollao", Zerolo ha debido tener a bien el reirse con la gracia.
Y, esto también ha debido ser por el calor, me ha parecido ver a Zapatero de algún modo comulgar con las decisiones que tomó George W. Bush tras lo de "Lehman Brothers" y felicitarse de las medidas económicas que aplicó José María Aznar para conseguir entrar en el Euro.
Luego, insisto en que todo tiene que ser debido al calor, también me ha parecido oírle confirmar a ZP en el Congreso el que en aquellos cinco días de principios del pasado mes de mayo España había quebrado.
Y por eso, yo, y también debido al calor, y por tener ahora en verano más tiempo, el que me acabe de ver seguidos tres capítulos de la serie "El Ala Oeste de la Casa Blanca" no lo estoy sintiendo ya algo tan fuera de lugar y tan tremendo.
Y como aún no me entra el sueño y sigue haciendo mucho calor, les voy a contar una escena que aparece en uno de ellos, en concreto en el que se despide de la serie el actor Rob Lowe :
El personaje de "Sam Seabom" ( Rob Lowe ), redactor principal de los discursos del Presidente, que para dedicarse a la política había renunciado a un futuro extraordinario en un prestigioso despacho de abogados, y que desde hace un tiempo se encuentra frustrado por la cantidad de cosas que se dejan de hacer debido al cambalache y al compadreo, queda tan prendado por la energía y el entusiasmo de un más joven y más idealista Director de Campaña de una pequeña circuscricion de California que al final termina por tomar la decisión de abandonar las oficinas de la Casa Blanca y presentarse como candidato al Congreso.
Pero de lo que quiero hacer mención es del momento en que "Sam Seabom" les recomienda a sus hasta entonces compañeros en el Ala Oeste a ese joven y entusiasta coordinador local de campaña para sustituirle, y lo hace diciéndoles que él es "Uno de los nuestros".
Y es que yo eso de ser "Uno de los nuestros" ya lo he oído antes.
En realidad no creo que lo oyera directamente de los labios de quien lo dijo, sino que más bien fue algo que llegó a mis oídos repetido por "Fireman" y por Pedro.
Y es que eso fue algo que se dijo referido a mí y eso fue algo que dijo Don Félix.
Y dirán ustedes que "¿ qué significa ?".
Pues les explico :
Yo nunca he presumido de cargos políticos, entre otras cosas por considerar que no me los había ganado tras vencer en unas justas elecciones, sino que los había obtenido por designación "digital" de Pedro y, por tanto, más que considerarme en un momento dado Presidente de lo que presumía era de ser Consejero Delegado.
Y por eso a mí siempre me ha gustado más anunciarme simplemente como "El Moli", sobrenombre que para mí es más que el más prestigioso título nobiliario.
Y por eso el ser "Uno de los nuestros" siempre ha sido para mí mayor honor que el recibir la más importante medalla al valor o al trabajo bien hecho.
Y, si quieren, y para que algunos terminen de comprenderlo, eso de ser "Uno de los nuestros" tiene para mí la misma importancia que lo de ser "Un hombre de partido" para "Palencia", "Moreno" o Mario Utrilla, sólo que como bien se puede leer en la necrológica que le han escrito a Don Félix en el ABC significa todo lo contrario.
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