No es por enmendarles la plana a Edward H. Crane y Charles G. Koch, que no soy yo quién desde Getafe para hacerlo.
Y no, no es mi discrepancia debida a una nostálgica y tardía querencia hacia Murray Rothbard, que reconozco que a veces podía llegar a ser de lo más inaguantable y pesado.
Pero, miren, después de haber apostado por Peter Bauer en el 2002, Hernando de Soto en el 2004, Mart Laar en el 2006 y Yon Goicoechea ( esto ya me dejó algo preocupado ) en el 2008, la elección este año de Akbar Ganji me ha dejado helado.
¿ No se estará convirtiendo el Premio Milton Friedman en otro sucedáneo del Nobel de la Paz o del Príncipe de Asturias de la Concordia ?
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