Llego a casa ...

Llego a casa.

Sí, hoy "he salido", o casi no he entrado.

Ayer, víspera de Todos los Santos, terminé tarde.

Eran casi las tres de la mañana cuando llamé a casa y le pedí a Sonia que me mandara un taxi.

Aún quedaban cosas que preparar en la tienda, pero también se hacía casi obligado el descansar un par de horas para poder poner buena cara al público al día siguiente.

En estos oficios siempre se puede rellenar un par de kilos de buñuelos más, pero en algún momento hay que aceptar el que ya se continuará unas horas más tarde.

Y sí, hoy ya estábamos otra vez en faena, cuando aún no eran siquiera las siete.

Y en faena hemos estado todo el día, y ni al mediodía para comer hemos cerrado,

Y sí, ha sido un buen día, a Dios gracias.

Y, por fin, acabo de llegar a casa, cuando faltan pocos minutos para ser las doce de la noche.

Y me siento junto a Víctor, que está terminando de jugar en la "play" un partido, pero que enseguida se va a la cama por tener que mañana madrugar para jugar uno de verdad junto a sus compañeros del Juventud Canario.

Y, entonces, y solo entonces, voy y miro si ha habido un nuevo comentario.

Y sí, y parece que es de Escobar, y pues eso.

"¿ Me entieeendes ?", que oigo chillar a "la Belén" en la tele.