Nuestra política es el no tener política.

De nuestra política exterior hablo.

Y me refiero a tres casos : Serbia, Escocia y Ucrania.

En lo de la antigua Yugoslavia es cuando por primera vez lo evidenciamos.

Sí, en aquel desastre tuvieron su papel Alemania, Austria y El Vaticano, y un poco tambien Italia, por un lado, y EE.UU. apoyando a Alemania, y Rusia en contrario.

Pero nosotros, España, que de corazón estábamos con Serbia, de cabeza nos mantuvimos callados.

Y en lo de Escocia, pues también.

Que de asuntos internos del Reino Unido no opinamos, y si deciden ellos que sí va a ser que sí, y si deciden que no pues no.

Y, ahora, en Ucrania, lo mismo.

Con el corazón estamos con los pro rusos, por el recordarnos este asunto a lo de Serbia y por el considerar que aún nos está mucho costando el asimilar las adhesiones precipitadas a la UE de Bulgaria, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia y Croacia.

Pero, claro, de igual modo hemos determinado que lo mejor es estar callados y no sostenella.

Es lo que tiene el ser un potencia media con mucho paro y mucha deuda, como nos ha definido uno en Francia y el muy cabrón acierta.

Nota de "El Moli" .- Con José María Aznar algunos soñamos con el ser algo más, pero fue palpable que todavía para ello no estábamos preparados, y que aún preferíamos el ir de la mano de Francia y más no implicarnos. Luego, ya saben, el 11-M, Zapatero y esta II Gran Depresión que tantas cosas nos impide.


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