Está aconteciendo en Florida un suceso político curioso.
Pues resulta que allí ha surgido un representante político ( ahora es Senador ), hispano, de ancestros cubanos, que por primera vez tiene posibilidades de superar la política local de Miami y llegar a nivel nacional muy lejos.
Y ya no estoy hablando de ocupar un puesto-cuota en el gabinete de George W. Bush o de Barak Obama, sino de poder exigir hasta la Vicepresidencia a cambio de su "neutralidad activa" ( como "el Griñán", para que me entiendan ) en las primarias de Florida y, así, haber inclinado la balanza casi definitivamente a favor de Mitt Romney en lo que queda de campaña.
Y esto, el que un hispano, que es más que un hispano, y uno del "Tea Party", que es más que uno del "Tea Party", pueda llegar a presidir el Senado y acompañar al próximo Presidente en su entrada en la Casa Blanca, ha molestado sobremanera a aquellos que hasta ahora han monopolizado las reividicaciones hispanas.
Y así, primero Univisión la cagó y ahora hay unos que se pasean en avioneta con un cartel publicitario en la cola que exclama "¡ No somos Rubios !".
Algo así también ha pasado aquí en Getafe con Soler.
Desde que se le descubrió el gusto por lo amargo no han parado de criticarle por ello los hasta ese momento tradicionales y habituales defensores de la tolerancia, la diversidad y el mamoneo.
Y así, aquel que se decía de IU, y el que se dice del PSOE, y el otro que también, intentaron por su condición lapidarlo antes incluso de que Soler nos fuera presentado, como si de miembros locales de honor de "El Yunque" estuvieramos hablando, y si como también ellos hubieran puesto algún duro en aquello de los panfletos que unicamente salvaban de la quema inquisitorial a "Carlitos".
Y, ahora, mira qué casual, van otros y también aquí en Getafe me gritan aquello de "¡ No somos "Casarubios" !".
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