Que no lo niego, que a mí lo de aquella "Revolución de Terciopelo" de Vaclav Havel al final me terminó gustando.
Pero, tengo que admitirlo, en un principio con aquello yo me mostré muy crítico y demostré mucho desapego.
Y sí, aquello de "El Camelot" de los Kennedy fue muy sonado, como lo ha sido lo de Obama hasta hace un año.
Por eso, frente a los treinta años de mandato de "El Pitufo" y su escolta de hippies sesenteros reconvertidos con el paso del tiempo en promotores urbanísticos sesagenarios, la aparición de "querubines" y "efebos" por las nobles plantas de ese horroroso edificio que es nuestro ayuntamiento es en sí toda una transformación y un cambio.
Solo un aviso :
Mucho cuidado con no crear monstruos del estilo de nuestro David Moreno Pingarrón o de nuestro Tomás Martín Morales ( que a través de Sonia me acaba de mandar un beso, un saludo y un abrazo ), que el dar tanto poder a personajes como "El Rata" o "El Albondiguilla" encierra un peligro y "es lo que tiene".
Y así, si pasado un tiempo, estos "efebos" que dice "el Matías" demuestran que valen lo que cobran y no cobran más que valen, todos nos alegraremos y yo el primero.
Mientras, tengo que reconocer que a ninguno le encargaría yo siquiera el que me recurriese una multa o me defendiese en el más mínimo pleito.
Nota de "El Moli" : El "Che Guevara" murió a los treinta y nueve años y, en cambio, los Castro aún están dispuestos a hacer lo que sea por seguir en el cargo.
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