... Y no voté en el referéndum OTAN.

Me había llegado la edad para votar y, mira por donde, mi primera oportunidad iba a ser el "Referéndum OTAN".

Yo, como decían entonces mis "amigos de Escolapios", era "más yanqui que Mickey Mouse o el Pato Donald", por tanto, no es que estuviera a favor, es que no entendía como se podía estar en contra.

Tan a favor estaba, que no es que apoyara la decisión de Fraga de considerar dicho referéndum como un asunto exclusivo de Felipe González, es que tenía miedo de que al final "Don Manuel" fuera citado a La Moncloa, hubiera "escena del sofa", se convirtiera en "Don Zapatones", se echara atrás y terminara apoyando el sí.

En fin, el día del referéndum no fui a votar, gano el sí ( hasta mi amigo Mariano, el de los 800.000 puestos de trabajo, votó que sí ) y permanecimos en la OTAN.

Y como es bien sabido, con el tiempo, un tal Solana terminó siendo el primer secretario general de la OTAN que ordenaba bombardear la capital del un país soberano : Belgrado.

Pero, como dirían el "Wyoming", o mi amigo Mariano, "eso es otra historia, no tiene nada que ver ...".

Y, además, "... la culpa es de Bush".

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