Estos días estoy íntimamente muy contento.
Sí, por lo de Rato y Granados más que satisfecho.
No, visto lo visto, no era su modelo de partido el acertado, y eso puede llevarme a pesar que bien pudiera ser que sí lo fuera el que yo consideré mío.
Y no, no fue lo suyo siquiera en lo personal financieramente productivo si ahora tienen que devolverlo todo y multiplicado por ciento.
Y así, oírle a Soler decir que "connivencia, ..., loterías e hípicas" me hace añadirle a mi gordura otros diez kilos.
Pero, luego, hoy, también siento cierto vértigo, por haber compartido entonces tanto con Tomás, David y Granados ( hasta la cama, la novia y un proyecto en común para futuros años ) y estar ellos en estos momento presos o esperando a estarlo.
¡ Aquello fue asomarse al precipicio y, si lo piensas mucho, te quedas algo acojonado !
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