El último culpable fue Ben Bernanke, insisto.

Se va, o ya se ha ido, Ben Bernanke.

Y sí, espero que ahora se establezca por fin un consenso sobre lo de que en verdad fue él y no otro el último responsable de todo esto que todavía estamos padeciendo.

Sí, ya sin tanto "pelota", dejaremos de intentar hacer media con Alan Greenspan en cuanto a culpas.

Que sí, que todo empezó con Richard Nixon por lo del abandono del oro como patrón.

Y, ya puestos, también comenzó todo con Lee Iacocca y lo de la venta a plazos y el cinturón de seguridad en los coches.

Y, claro, a lo de Ronald Reagan lo llamaban "Reaganomics" por algo.

Y los Clinton, por culpa de Newt Gingrich, en lo de la liberalización y el descontrol, pues también.

Y sí, de aquella crisis de las "telecos" y de aquella otra del 11-S nos sacó George W. Bush como nos sacó, y Alan Greenspan estuvo muy de acuerdo.

Pero, insisto, para mí fue Ben Bernanke el que quiso jugar a aprendiz de brujo y superar así al padre, y no se le ocurrió otra que explotar la burbuja subiendo los tipos de interés y mandándolos a todos al agujero.

Y sí, es verdad, luego no ha parado de volver a llenar el socavón con billetes nuevos, pero el hueco provocado ha sido tal que aún no estamos seguros de si por fin hoy del todo lo hemos cubierto.

De hecho, algo hemos aprendido todos de esto y sólo discutimos sobre la suavidad a la hora de retirar los estímulos, y más parece que necesitemos una nodriza que un financiero:

¡ No son tiempos estos para Gordon Gekko, pero volverán a serlo !