Y lo del vídeo, como aquel de los pilotos estadounidenses en la Guerra del Golfo, ya ha sido lo máximo.
Sí, pongamos que tienes un accidente, y que en dicho accidente muere tu amigo y tú vas conduciendo, y que lo primero que ocurre es que a nadie de los tuyos se les permite el ver si estás bueno.
Y ni a un cura que por allí intenta pasarse se le permite el acceso.
Y, bueno, sí, como a los dos o tres días, los de la embajada empiezan a decir que te han visto un momento.
¿ Y lo de la asistencia legal ?
Mejor, por el momento, ni siquiera lo mencionemos.
Y pasan los días, y es que esto lleva su tiempo.
Y no se sabe si te trasladan o te quedas en aquel maldito pueblo.
Y, por fin, parece que te han llevado a otra Institución ...
¿ Pero aquí no entran y a veces no salen los de los movimientos ?
Y aparece un vídeo, en el que hasta puede que te incrimines, pero todo con mucho cariño y con ese estilo tan vietnamita que le hizo a Ronald Reagan comprender cual era la situación viendo la segunda de "Rambo".
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