Por fin ha entrado en vigor el Tratado de Lisboa.
Ya Alemania y Francia se han salido con la suya.
Y, por tanto, "a la mierda" con aquella "magnífica" negociación del "antipático, antipatiquísimo" Aznar, aunque el propio Don José María comprende desde hace tiempo que lo "arrancado" en Niza por él, y a pesar de que lo intentaron Polonia y Chequia, era imposible de preservar.
Claro que Zapatero ni siquiera lo intentó, más bien decidió desde el principio el ignorarlo.
Pero, bueno, ya eso pasó.
Ahora nos toca "celebrarlo y combatirlo".
Por eso, abandonamos en el recuerdo a Declan Ganley, y junto a Nigel Farage nos disponemos a llamar "pitufos", "chorizos", ..., y lo que haga falta, a todo aquel "ultraeuropeista" que se lo merezca y, claro, siempre con un "gin-tonic" en la mano.
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