No le pregunten a Boris por Gibraltar, ni a Soler por el baile de la sardana.

Seguramente soy yo el máximo adulador en Internet de la figura de Juan Soler y de lo que ha significado para nuestro PP local su advenimiento, aunque últimamente cada vez siento más en mi cogote la respiración entrecortada y el esforzado aliento de Pulido y Alcalá.

Que si un paraguas, dos paraguas, tres paraguas, un bonito paragüero.

Y que si echamos a los sobrinos de los rojos, ya bastante tiempo estuvieron y a mí de lo mío ni puto caso hicieron.

Y sí, ya lo saben, aún mas que por Soler tengo yo debilidad por Boris Johnson.

Pero, un poco de por favor, no le pregunten a Boris por Gibraltar, ni a Soler por lo del baile de la sardana, ni a "el Moreno, filósofo y poeta" si la paella debe llevar cebolla.

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