Nunca me he considerado un experto en Pedro Castro.
Sí, algo puedo saber o haber alguna vez sabido de los míos, de mis "amigos" del PP getafense.
Pero de lo que ocurre en el PSOE local apenas puedo yo conocer algún desliz, en todo caso lo que le pueda yo escuchar a algún locuaz parroquiano.
Pero, miren, les diré que en estos años en alguna cosa de las que hace habitualmente nuestro alcalde sí me he fijado.
Así, siempre cuando apenas quedan unos meses para las siguientes elecciones municipales El Pitufo empieza a insinuar entre los suyos la posibilidad de que se pueda marchar, y siempre esto hace que sus fieles se le empiecen a alborotar y así él puede diferenciar entre los que le apoyan de corazón y los que solamente lo hacen de boquilla, y de este modo luego llega él y dice que ya no se va, y que "con "Carlitos" de oposición lo vuelve a tener chupado", y con dos hachazos certeros se deshace de los desafectos.
Y, también, ultimamente me he fijado en que "esos ricos hombres", que se gustan de llamarse a sí mismos sin serlo empresarios, y que siempre han pretendido acompañar a nuestro alcalde en sus iniciativas de gobierno, desde hace un tiempo han decidido dejar de apostar por él y han desviado sus esfuerzos en favor primero de aquel Simancas y ahora de este Gómez, y así no es extraño oírle alabanzas sobre "el bueno de Tomás, el de Parla" aquí en Getafe al más "facha".
Y todo esto lo digo para que no me vuelva a preguntar tanto pesado del "¿ Y qué hay de lo mío ?", ¡ qué coñazos !.
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