Publicado por Arturo de la Cruz, en Getafe Capital.

"La muerte adquiere una dimensión de putada cuando su llegada es injusta o prematura, como en el caso de Humi. Humiliano Martínez Bermúdez, más conocido por Humi, se ha marchado con 46 años y nos ha dejado un gran vacío a todos los que le queríamos. Humi fue fiel a sí mismo, sin importarle lo que opinase la masa de él. Con un gran corazón, rebosaba humanidad y generosidad. Era una referencia y en las distancias cortas ganaba. Humi era un tipo de los grandes, auténtico, seguro, optimista, vividor, leal, trabajador, avispado y feliz. También era cascarrabias, provocador y radical. Con él no valían las medias tintas, las cosas eran “cojonudas” o una “puta mierda”, según sus apreciaciones. Supo vivir con todo y sin nada. No entendió de modas y tendencias, solo sabía hacer feliz a los demás. Humi vivió casi toda su vida en Villaverde, pero pasaba más tiempo en Getafe, ciudad con la que tenía una relación amor-odio. Abogado, socio del Atlético de Madrid y anti-madridista, cofrade, ex alumno de Escolapios, aficionado a los toros y al buen vino, alma máter de la peña Amarillo Albero y organizador de saraos con gran poder de convocatoria. El amor y su anhelado sueño lo encontró en Margarita, una bellísima persona, con la que se casó hace casi dos años. Con Humi he compartido 30 años y lugares comunes como el Canto Redondo, Cabaré Madriz, fiestas de San Fermín o verbenas, donde pasamos tardes y noches inolvidables. De risas, ilusiones y amistad sincera en compañía de tantos amigos, cuya lista sería interminable. Súper Humi se ganó merecidamente el cariño, respeto y admiración de los que le conocieron, incluido los niños que le adoraban. Las fiestas de Getafe no serán igual sin Humi, cuyo grito de “La Yeinka” animaba cualquier reunión. La historia de las ciudades se hace con tipos singulares como Humi, que hacía la vida más agradable a los demás. En tu despedida hubo flores, silencio, caras tristes, lágrimas, con muchos amigos de todas edades y condición. Donde quiera que vayas o estés, gracias por haberte conocido. Descansa en paz.

Adiós, con el corazón en lágrimas".

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