Sí, me acuso de haber militado en el mismo partido que Rodrigo Rato.
Y de conocerle, por tanto.
Y de haber compartido con él mítines, conferencias y congresos.
Y de haber discrepado internamente con los que presumían de ser su gente.
Y de haberme sentado frente a Fernández Norniella, y haberle dicho que no, y él a mí que tampoco.
Y de habérmelas tenido tensas con Granados en Valdemoro, cuando no había allí más de cuatro militantes de NN.GG. y Granados no era más que el cuarto de los cuatro.
Y de conocerle, por tanto.
Y me acuso de conocer a David Moreno Pingarrón, el de la PSG.
Y es que me vendió mi primer teléfono móvil y también casi jodió mi primeriza relación con quién hoy es mi esposa.
Y es que me vendió mi primer teléfono móvil y también casi jodió mi primeriza relación con quién hoy es mi esposa.
Y de conocer a Tomás Martín Morales, el de Brass y el del Gūrtel.
Y hasta de despertar "pegajosos ambos" en la misma cama con él en Venecia o en Roma.
Y hasta de despertar "pegajosos ambos" en la misma cama con él en Venecia o en Roma.
Y de conocer a Ginés, y a Benjamín.
Y de compartir con ellos aún hoy unas muy amigas y competentes abogadas.
Y de compartir con ellos aún hoy unas muy amigas y competentes abogadas.
Y a López-Viejo.
Y de haberme colado con él en todos los bares de moda.
Y con Utrilla también me las tuve, y ni en lo del mantenimiento de oficinas, despachos y sedes pude nunca con él ponerme de acuerdo.
Y, por tanto, le conozco.
Y, como les he conocido, y he compartido con ellos cosas y momentos, más con unos que con otros, no tengo dudas de que sí que les recibiría y con la mayor cortesía en mi casa o en mi trabajo.
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