"Perplejidad", esa es la palabra.
Se reían, se reían de Cospedal ( Cascos, Arenas y Rato, y sonrió un poco Doña Espe ) cuando en aquella cena se atrevió a anunciarles su intención de acabar con los corruptos mangoneos de las cuentas en negro del Partido.
Luego tocó esperar y sólo Rajoy le dio el definitivo permiso para proceder tras ganar por mayoría absoluta las elecciones.
Hoy ya no ríen, y quienes a sus pies se les arrodillaban están totalmente descolocados y no lo entienden :
- "¿ Pero no era nuestra obligación el mamarsela ? ¿ No estábamos en esos puestos precisamente para eso ?".
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