Me convocan mis amigos de Escolapios a una cena.
Y sí, como casi siempre, llego yo el último, y casi ni llego.
Y sí, cenamos muy agradablemente y hablamos mucho de la crisis, y muy poco esta vez, apenas nada, de aquellos años en el colegio.
Y sí, nos interesamos unos por otros y así nos vamos enterando que alguno está un poco peor y algunos un poco mejor ( al menos más tranquilos ) que lo que estábamos hace un año.
Y, bueno, sí, hay cierto cachondeo por lo de mi condición de reconocido "pro pepero" y no me queda más remedio que hacerles partícipes de mi poca ilusión y ya casi crónico pesimismo al respecto ( cosas como lo de la política "pop" de Oyarzabal a día de hoy aún a Bardají y a mí nos son indigestas ).
Y sí, a sus preguntas, les tuve que contestar a mis amigos que lo que "el Soler" tendría que hacer aquí en Getafe era "¡ Bajar los impuestos !", para al menos dejar antes de irse un buen recuerdo.
Y, en fin, alguno me volvió a preguntar por cierta individua de la que una vez hablé en este blog y eso me confirma que al menos de vez en cuando voy y atino.
Y, bueno, queda pendiente para otro día el reunirme con Clara a hablar de economía como buen aficionado que soy yo al respecto.
Y sí, enseguida dimos por terminada la velada, pero un año más lo que no pudo faltar fue la ya tradicional visita al monumento, aunque esta vez no se cantó como otras veces el "Las campanas replican ...", ni se hizo alusión a nichos ni demás cosas de muertos.
Y, en fin, que para mí todos ellos son muy importantes, y algunos me han demostrado de verdad y cuando en verdad me hacía falta que también lo soy yo para ellos, y que a todos ellos yo los quiero, y también a otros, aunque últimamente no acudan y aunque no dejemos nunca de reírnos de y con ellos.
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