San Fermín siempre me redordará a un amigo.

No puedo terminar de ver en televisión alguna noticia sobre Sudán sin acordarme de aquel chaval con el que compartí aquel año que en las antiguas aulas de la calle San Bernado estudié Estadística.


Y siempre que leo algo sobre la Caída del Muro y el final de la Guerra Fría, me viene el recuerdo de aquellos grandes almacenes vacíos que nos encontramos en 1991 y en la ciudad de Dresde cuatro amigos y nuestras pesadas mochilas.


Y siempre que es 4 de Julio me sorprende el que aún nunca haya aceptado alguna de las invitaciones a celebrarlo que por distintas razones me han hecho durante los últimos diez años.


Y siempre que se acerca el 7 de Julio, y sin haber nunca podido acompañarle ( de lo que ahora no saben ustedes lo que me arrepiento ), recuerdo a Humi.

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