Sí, tras la enésima campaña de afiliación, teníamos por entonces en las NN.GG. de Getafe un gran número de afiliados, pero como he dicho ya alguna vez muy pocos "auténticos" militantes.
Por este motivo intentábamos "no marear demasiado", limitándonos a pedirles su presencia en los actos "más principales" de la campaña y, por supuesto, en las votaciones internas del Partido, y esto solo si era verdaderamente necesario.
Y, así, en estas circunstancias, y como tantas otras peticiones y ofrecimientos, nos llegó la invitación para participar en un autodenominado "I Torneo de Fútbol Sala de NN.GG. de Madrid".
Al principio nos pareció "coña", luego incluso algunos nos indignamos : "¡ Yo no me he metido en esto para jugar al "futbito" !", se oyó decir.
Después, ante la buena acogida que pareció tener la propuesta entre nuestros chavales más jóvenes, y como podía servirnos para "fomentar el compañerismo, y tal y tal", cambié de opinión y decidí que nuestra agrupación local también participara.
Pero llegó el primer partido y me encontré, tras un sinfín de renuncias de última hora por "los exámenes" y "las Fiestas", con apenas los jugadores justos para formar el equipo titular, sin suplentes y casi sin portero.
Por eso recurrí a la "Ley Bosman" y, la noche anterior, "fiché" a primos, amigos y primos de amigos para formar un equipo "algo decente".
Y, además, sin proponérmelo, me encontré con "mi propio José Mourinho" que, en esas veinticuatro horas, y se podría decir que "de una patada en el culo", me devolvió a mi posición de "jóven Abramovich", encargándose él de conseguir jugadores, equipaciones y hasta vehículos con que desplazarnos a los campos de juego.
Ya digo, yo quedé únicamente como "paganini" de todo el invento.
Y digo bien, porque al "desinflarse" el entusiasmo inicial entre mis compañeros "pepijos" y al tener que "aceptar como buena" la compra de unas equipaciones más que ridículas ( "¡ los jugadores parecían "supositorios" !", me dice Sonia ), decidí asumir personalmente el coste del "fracasado" proyecto, y evitar así cualquier posible crítica en el seno del Comité.
Y ya puestos, y para fomentar la asistencia, me "aficioné" a invitarles a los jugadores tras los partidos a "unas birras y unas bravas", que la verdad se hicieron leyenda.
Aquel primer año "cumplimos", pasamos la liguilla previa y nos eliminaron en primera o segunda ronda, no recuerdo.
Pero, al siguiente año, llegamos a semifinales y nos dieron un trofeo, que tuvimos que ir a recoger a Barajas.
Y fue allí, en Barajas, donde mi primo Carlos casi "nos mete" en un "buen lío" al "enrollarse" con la "hijita" del Presidente local del Partido.
Al final todo quedó en nada, pero "se pudo haber montado muy gorda".
Luego, con lo años, mi primo "volvió a las andadas" y "se emparejó" con la hija de uno de mis "más admirados" habitantes de los pasillos de Genova 13, llegando incluso a salir "la parejita" en algún que otro Telediario protestando contra el propio Rajoy a las puertas de la sede central del Partido, pero eso es otra historia ...
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