Le leo a Paniagua y estoy en casi todo con él de acuerdo.
Y ahora que los Heat van y les ganan a los Thunder con más facilidad que a mis Celtics, aún me siento más orgulloso de lo que han logrado el "Big Three" estos últimos años.
No, no son ya los tiempos de Bob Cousy, Bill Russell y Red Auerbach, ni es la era de Bird, McHale, Parish, Ainge y Dennis Johnson, en los que hasta Bill Walton resucitaba y volvía a jugar otra vez de maravilla, pero tampoco "El Moli" es aquel que se apalancaba en la barra de un pub para ver un partido a las dos de la mañana.
Ahora, ahora que puedo ver los partidos sentado cómodamente en el sillón de mi casa, casi siempre me quedo dormido o me obligo a acostarme pensando en que hay que volver al trabajo mañana por la mañana.
Por eso, sí, yo que presumía de lo clásicos que eran mis Celtics, jugando aún sin el apoyo de cheerleaders y como se supone que juegan los blancos ( aquello de que nunca hemos podido meterla para abajo ), ahora también disfruto con el dominio del rebote de Garnett, con las entradas a canasta y los tiros imposibles de Pierce, con la sucesión de triples de Allen y con el dominio del juego de Rondo.
Y sí, también me gusta que los Celtics y el Real Madrid tengan ahora cheerleaders, y que lo hayan decidido casi al tiempo.
Pero también me sigue haciendo gracia el que aún siga habiendo más blancos de lo habitual en el banquillo de suplentes de los Boston y que, en cambio, el entrenador sea Doc Rivers, como entonces lo fue Bill Russell o K. C. Jones.
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