Me gusta Montoro y no me gusta Margallo.

Y ya se que a Montoro de nuevo le van a faltar seis meses para que apreciemos de verdad los réditos de la recuperación económica, como le faltaron en el 2004 para poder celebrar el alcanzar por fin su tan ansiado "balance cero" ( y Pedro Solbes no lo celebró por no entenderlo y no considerarlo ).

Pero veo a Margallo y se me erizan los pelos, pues de lo único que puede presumir durante estos últimos cuatro años es de aquella primera negociación con la UE por lo de la no inclusión en la contabilización de nuestro déficit lo del rescate de los bancos ( y eso fue en realidad más gracias a Iñigo Méndez de Vigo ).

En realidad el casi único mérito de Margallo es el ser de Rajoy el amigo, y en eso ya le está ganando Soria ( y además no es tan raro ni tan pesado ).

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