Yo ya estaba carbonizado desde aquel día en que asistí al entierro de Gregorio Ordóñez, pero desde lo de Miguel Ángel Blanco me he sentido siempre culpable por el haber convencido a tantos para afiliarse.

A Miguel Ángel Blanco le mataron por afiliarse, por militar, por integrar una candidatura, por hacerle un favor a su amigo Iñaki : ¿ Cuantos favores de este tipo hemos pedido algunos a nuestros amigos ?

Al menos podemos sentirnos muy orgullosos de María del Mar Blanco, que con su medida y acertada gestión de su fundación está incluso reconduciendo los desvaríos y desenfrenos de otras.

Sí, el ver a María del Mar Blanco en acción es el mejor homenaje que puede hacerse hoy a Miguel Ángel.

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