Y como les dije el día 8 a unos amigos, "se lo tiene que pensar en menos de quince días".

Sí, al final el día 8 tuvimos cena.

Y sí, de esto estuvimos hablando yo y José Luis Moreno.

Pero no, no fue "el José Luis Moreno del PP" con el que estuve yo platicando.

Ni tampoco fue "el José Luis Moreno de los muñecos y de Sonia" con el que estuve yo charlando.

No, yo de esto hablé un rato con "mi amigo José Luis, el de Escolapios".

Y sí, le expuse que si nos creíamos las encuestas vendría de fuera el candidato.

Y que si no nos las creíamos, pues que aún tardaría en venir otros cuatro años.

Y que lo que más favorecía a "Carlitos" era lo apresurado del momento.

Y así, yo le insistía a mi amigo que lo más dificultoso de la operación era tener que explicarle a un sujeto, que muy posiblemente no sabría siquiera por donde quedaba Getafe, el que debía tomar la decisión de encabezar nuestra lista en menos de lo que nos dura en estos días un amago de pulmonía o un fuerte resfriado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario