¿ Fue la precandidatura de Juan Costa al Congreso de Valencia un paripé ?

Para mí el que fuera así no sería una sorpresa.

Yo, entonces, ya viví algún suceso parecido.

Sí, bastantes veces a los mortales nos suceden cosas y son los dioses los que las provocan para resolver alguna de las cuestiones que les son propias.

Así, si hoy me dijeran que aquello no fue más que un favor que le hizo Don Rodrigo a Don Mariano yo me lo creería.

Y, además, se explicaría de este modo mucho mejor las posteriores reticencias de Doña Esperanza a que Don Rodrigo se hiciera con el control de Caja Madrid, cuando anteriormente se suponía que tras la marcha de aquel a Washigton D. C. ella le había heredado y había acogido a sus fieles.

Y, aunque esto quizá no importe tanto, también explicaría los modos y maneras en lo tocante a impartirle disciplina al otro Costa, al hermano.

En fin, que todo esto de la "alta política" es una mierda y cada vez se parece más a lo de los cuernos que dicen que le han puesto a "la Belén Esteban", que a lo mejor no son tan altos como parecían y a lo peor son postizos.

Por eso, yo, como candidato "de sustitución" a la Generalitat valenciana no quiero a Juan Costa, ni a su hermano, ni a González Pons, y ni a Rita Barberá.

Yo, si se va Camps, quiero que vuelva Zaplana "con dos huevos", y si no que se presente en Benidorm y rescate esta ciudad de las garras de la mamá de Leire Pajín.