Continuando con lo anterior, el otro día le quise hacer ver a mi párroco lo bien merecido que por la corrupción había tenido el PP de Rajoy su paso a la oposición.
De verdad que esperaba ver en él una actitud crítica y no la del esteorotipo del oyente de Jiménez Losantos.
Pero no, saltándose olímpicamente lo que yo le exponía, me soltó :
¡ Que teníamos que agradecer cada día el vivir en democracia !
¡ Y que en la mayoría de países no había !
No seguí, él se fue a sus misas y yo a mis pasteles :
¡ Lo de la corrupción del PP no tenía importancia !
¡ Lo importante aquí es preservar la democracia !
¡ Y los imputados unos Santos Cruzados !
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