José María Aznar llega en 1996 a la Presidencia del Gobierno.
Y desde un principio se hace valer y exige a sus socios europeos la entrega de todo etarra huido que se encuentre en sus territorios.
Y en América, también, vincula toda ayuda económica de España al fin de los santuarios etarras en dichos países.
Todos, europeos y americanos, colaboran con España y los etarras van llegando para ser juzgados y encarcelados.
Pero Bélgica dice no, y se convierte posiblemente en el último santuario europeo de ETA.
Y ahora resulta que es Bélgica la que pide ayuda y colaboración.
Lo mismo pasó con Francia y la Guerra de Irak.
Que luego en la Guerra de Libia se la vio el plumero.
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