Lo de la magnífica gestión económica de Ana Botella no es liberalismo.

Ya quedó claro que lo de Manuel Fraga fue "paleoconservadurismo".

Y a lo de Miguel Herrero y Rodríguez de Miñon lo llamamos "liberal-conservador", que si no me equivoco era como también se nombraba al partido de Canovas del Castillo.

Y un dia "Antoñito" Hernández Mancha se refirió a Milton Friedman, y Felipe González le comparó con Pinochet.

Y la verdad es que esto es ya un clásico en Argentina, Chile y Brasil : intencionadamente se confunde dictadura con "neoliberalismo" y tortura con "libre cambio".

Y, bueno, a Carlos Solchaga le decíamos "social liberal".

Y, por eso, José María Aznar se definía como "simplemente liberal", aunque luego él mismo jugara con su proximidad al "Neoconservadurismo".

De hecho, aquí el único ex maoísta ( que no troskista ) reconocido es Federico Jimenez Losantos.

Y sí, Esperanza Aguirre es "liberal" y gustosa en algunas cosas con el "Tea Party".

Pero lo de Cristóbal Montoro, aunque necesario e imprescindible incluso, si no es criminal al menos es "socialdemócrata".

Y, por lo mismo, lo de Gallardon y Botella puede ser "conservador" en cuanto a paternalista y pesimista, pero nunca "liberal".

Y, al igual, lo de Rajoy se asemeja a aquello de la "socialdemocracia liberal de raíz humanista y cristiana" que tanto oíamos en ciertos despachos ( y no en el número 13 ) de la calle Génova, y por eso es más de expulsar "liberales" que de reclutarlos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario