LA CONGREGACION.

"La Congregación" fue, ante todo, el capricho del "Mariaga".

El padre Mayagaray, o "Mariagaray", o "Mariaga", nos reunía por entonces una vez por semana a un grupo de chicos, se suponía que a los más díscolos de cada curso, aunque eramos todos "unos modositos", e intentaba mediante debates que estableciéramos una escala de valores morales con la que regir nuestras vidas, casi siempre haciendo él de "abogado del diablo".

Así, al menos durante mi época, dichas reuniones no fueron nunca encaminadas al fomento de nuestra religiosidad o a la búsqueda de "vocaciones", quizá mi grupo no estuviera lo suficiente maduro.

Luego, tras la muerte de "El Cura", ya que no considerábamos a ningún otro digno de tal apelativo, "La Congregación" fue perdiendo su razón de ser y, tras no encontrar ningún sacerdote dispuesto a sustituir al padre "Mariaga" en su dirección y, tras intentar Pedro ser él el "Padre en funciones" y, tras convertirla con la entrada de nuevos miembros en una especie de asociación de alumnos y, más tarde, de antiguos alumnos, terminó por desaparecer.

Atrás quedaron así aquellas partidas interminables de ping-pong, en las que destacaban José Alberto y José Antonio, siempre "picados" con José Luis y Mariano, y también aquellas "acampadas" en el monte, aunque esas sí que las continuamos realizando con éxito tras la muerte de "El Cura", recuerdo una en Hoyos del Espino ... .

En fin, el padre "Mariaga" murió, "La Congregación" desapareció y, aunque nuestra bandera no pudo por culpa del "Innombrable y Maricón" ser entregada a Juan Pablo II ( ¡ Llegamos tarde a la audiencia papal ! ), no hace mucho que he visto nuestro escudo como "hierro" de la yeguada de un "amigo".

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