Y esa es precisamente la cuestión.
A Gregorio le asesinaron por dar la cara todos los días y a todas las horas en las calles de San Sebastián, de igual manera que aquellos chavales de NN.GG. que le idolatraban.
Otros se han pasado toda su vida entre Madrid y Bruselas, y para estos jóvenes que yo conocí siempre fueron unos innombrables.
No, no digo que la labor de Don Jaime no haya sido importante, o que sus análisis de todo lo relacionado con ETA sean equivocados.
Lo que digo es que es contranatura el que María haya encontrado cobijo en Don Jaime y que muchas veces sea indistinguible del propio Iturgaiz.
¿ Acaso no se empeñó entonces Gregorio en la remodelación del puerto ?
¿ Y eso fue colaboracionismo con los nacionalistas ?
Más le valdría a Consuelo ( y a Ana, por consentidora ) gestionar la fundación de un modo más escrupuloso, para que así nadie pueda manchar su buen nombre.
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