Y sí, me he acordado de Humi, de Antonio y de Arancha.
Y también de Tomás, de Ginés, de Benjamín, y del "walky-talky" de López Viejo.
Y de David y su PSG.
Y sí, de cuando a la salida de aquel mitin David les quiso correr a aquellos por vendidos y traicioneros.
Y de aquel sector "kale borroka" que igual un día te seguía a Sonia y al siguiente a la acosada, que te traía una foto lateral del coche del novio de la susodicha, que te llenaba de pintura la fachada, o te asaltaba el despacho y te enterabas así de cuantos polvos alguno echaba y de cuanto le estaba costando cubiertos de boda y otras más feas mercaderías.
Y sí, de lo mal que por acosos y diarios me caía por entonces Don Pío.
Pues eso, que a veces me pregunto cuanto valdría en el mercado hoy el volver a aficionarme a la papirología.